METAMORFOSIS
Cuando Gregorio se asomó al espejo esa mañana, encontró que se había convertido en un monstruo. Su cara lampiña no había cambiado mucho a pesar de los años, sin embargo, de la visión no podía decir lo mismo. A pesar de que llevaba varias cirugías tratando de parar el avance de la limitación, reconocía la metáfora de cómo había ido perdiendo las relaciones a lo largo de su vida, hasta llegar a la fría y obscura situación de esta mañana. Hacía un esfuerzo por recordar una acción importante para detener el avance de la soledad, pero no podía recordar una. La observación cruda de hoy en el espejo lo mortificaba. ¿Qué me ha pasado?, pensó. Lo dijo también en voz alta. Gritó acercándose al cristal, increpándose a sí mismo, consciente de su doble papel de creador y criatura, inconforme con el resultado del trabajo sobre sí mismo durante décadas. Le pesaba en su espalda el hecho de que tantos años de indiferencia sobre las consecuencias de sus actos le negaran el derecho a la frustra...