LOS PECADOS DE INÉS DE HINOJOSA


Cuando recuerdo esta novela, imagino el voluptuoso cuerpo de Inés moviéndose en medio de la atmósfera de Carora, perfumada por los frondosos bálsamos que ondeaban en sus calles.  O en Pamplona, donde se fue a vivir después de causarle la muerte a su primer esposo.  O en la importante, para esa época, ciudad de Tunja, donde llegó en búsqueda de mejor vida.  Al caminar, dejaba una estela de miradas, señas y cuchicheos de quienes la admiraban, la deseaban o envidian. Había algo extraño en esa mujer mulata tan bien formada, siempre limpia, elegante, y de movimientos provocativos, que impulsaba a la gente a santiguarse para alejar los pensamientos que generaba con su presencia. 

Próspero Morales logra en su novela transmitir el magnetismo de Inés.  Sin duda, es un personaje interesante que invita a conocerlo más.  Para los que disfrutamos la novela, también resulta grata la ambientación en el siglo XVI, en la que una mujer perturba las costumbres mojigatas de su época, y manipula a los hombres acaudalados que la conocíanEl argumento de la novela es basado en una historia de la colonia, denominada el Carnero, que Próspero complementó con su propia fantasía.  Las escenas eróticas, las conspiraciones crueles, las entretenidas situaciones por las que pasan los personajes, y la forma como es llevada la totalidad de la trama, bastarían para valorar bien la historia.  Sin embargo, quien busque dar una mirada a la vida de los encomenderos, su entorno, y costumbres, encontrará también una lectura generosa en detalles.

En la novela puede evidenciarse una sociedad altamente desigual, en la que el orgullo y arrogancia de los poderosos es acompañada de pasiones descontroladas, superstición y una alta dependencia de la opinión de los otros.  El honor es un concepto apreciado y que puede perderse fácilmente en un entorno donde el comentario es poderoso y la justicia se basa en evidencias débiles y especulaciones.  


La marginación y el sufrimiento de los indios y pobres, se resalta con un énfasis en el tono y la forma de sus palabras, a veces soeces, puestas como un toque final a las situaciones.  En muchas escenas, los hijueputazos aparecen como el alivio que los espíritus reclaman, como escupitajos que se desembarazan de sensaciones desagradables.  


La historia está impregnada de catolicismo, del poder y la importancia de sus ministros.  Ridiculiza ciertas situaciones crédulas y desnuda los hechos para que el lector se divierta con la ignorancia de los personajes.  Según lo que la novela propone, los ciudadanos de la colonia se relacionaban con altos niveles de hipocresía, algunos con asombrosa ingenuidad, y su vida transcurría entre el trabajo, el sexo promiscuo, la bebida, el juego, las visitas a las brujas, las conspiraciones, los chismes, las confesiones en la iglesia y las oraciones.  La noche, como en la actualidad, tiene una connotación maligna, que la hace propicia para el pecado y el crimen.  Se nota una gran estima por la autoridad gubernamental, que luce con gran pompa sus sellos y prendas, mientras está en el centro del esforzado interés de los colonos por mantenerse en la red de contacto cercana de los poderosos. 


En medio de este entorno apareció la hermosa Inés, maniobrando en una sociedad que le ofrecía como opciones: los coros de la iglesia, los costureros, la actividad servil de la casa, la prostitución y el adulterio.  El fantasma de la mestiza deambula aún por las antiguas calles donde vivió, y se dice, que el espectro de su cuerpo colgado, aún encuentra a quien asustar en Tunja.



Bibliography

•  Morales, P. (2003). Los Pecados de Inés de Hinojosa. Bogotá: Casa Editorial El Tiempo.

•  Uribe, J. S. (2012, Julio 09). Inés de Hinojosa: El Primer Escándalo de Tunja. Retrieved from Banco de la República Actividad Cultural. Revista Credencial: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-271/ines-de-hinojosa-el-primer-escandalo-de-tunja



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