CARIDAD, HUMILDAD. QUE ESCASAS.
Como una casualidad sospechosa el
tema religioso se apareció por varios
frentes estos días, quizá
fueron Google o el subconsciente, o ambos, los que estuvieron induciendo una
revisión del tema. Al comienzo aparecieron
unos polémicos trinos de Alejandro Ordoñez (Ordoñez, 2017) quien agitaba el
dogmatismo cristiano, sobre todo el católico, en contra de las posturas y
decisiones de miembros del gobierno en Colombia, haciendo uso del reclamo moral
para publicitar su candidatura a la presidencia. Fue doloroso ver como se atizan ideas que
discriminan y desacreditan las actuaciones de las personas sólo por no profesar
una creencia. También duele ver
personajes privilegiados promoviendo más razones de conflicto a una sociedad
altamente polarizada.
Un día después, Google con sus
cookies hace aparecer la entrevista en que el ministro de salud de Colombia, Alejandro Gaviria,
expone las ideas que motivaron los trinos oportunistas de Ordoñez (Noticias
Caracol, 2017) . Aunque los medios subrayaban el carácter ateo
de las ideas, en el programa no se ve más que a un hombre honesto que apoyado
en su razón, trabaja en la búsqueda de la trascendencia y llama la atención a
la sociedad para que se enfoque en lo esencial, se aparte del pesimismo y
reconozca lo avanzado. No se encuentran
motivos para los trinos incendiarios a excepción del argumento que da el mismo
ministro cuando dice que Colombia es presa de la “fracasomanía”; que el país
vive en un estado de permanente indignación que le impide reconocer las mejoras
paulatinas que ha estado teniendo. Esta
situación de pesimismo que denuncia Gaviria es la que alimentan los demagogos que
convierten unas palabras que invitan al progreso en un discurso blasfemo y pervertido.
Dándole más oportunidad de
influencia a Google, unos días después revisando documentales en Youtube, aparece
un programa donde el científico Neil deGrasse entrevista al sacerdote jesuita
James Martin. En el programa, James es confrontado con argumentos del
biólogo evolucionista y ateísta Richard Dawkins, quien aparece entrevistado en
el programa de forma pregrabada por lo que no tiene oportunidad de debatir con
James. (Cumpa, 2015) A primera vista el programa es un manjar para
quienes siguen temas científicos y religiosos debido a que los tres personajes
son de clase mundial en los temas que tratan.
Sin embargo, al margen de las conocidas argumentaciones de Dawkins, sorprendió
la humildad y suficiencia con la que se condujo James a pesar de las rudas e
impertinentes argumentaciones de Neil. James
se comportó como el prototipo de Jesuita que es: experto en los temas de sus
interlocutores; no pretendió convertir a nadie, ni alargarse en argumentos
rebuscados, y planteaba su fe de forma firme y convincente. Su posición humilde deslució mucho al rudo Neil. Por momentos el científico se veía como una caricatura
desafortunada de Carl Sagan, sonando postizo y demasiado enfocado en el efecto
de sus palabras más que en el fondo de lo que decía.
Todas estas impresiones se
agitaban en la semana cuando para rematar J.L. Borges aparece con un
cuento. Ya no era Google acosando con el
tema del ateísmo, era una mano que encontraba el cuento “Un teólogo en la
muerte” (Borges, 2014) en una
biblioteca. El cuento plantea la
importancia de la caridad sobre la fe y juega con el destino de los que
persisten en que sólo la fe es suficiente.
Este cuento llega como una iluminación sobre lo visto durante la semana. Mostraba que la conexión entre las historias
de Alejandro Gaviria y James era la falta de caridad a la que habían sido
sometidos. La conexión subraya que ese
antiguo defecto aborrecible de la falta de caridad era común a creyentes y no
creyentes. El contraste entre ateos y
creyentes, unos, con su arrogancia y falta de caridad, y otros, dando lecciones
de honestidad y humildad, demostraba que la caridad y la humildad no son dones
propios de creencia alguna, son actitudes de personas que ejercitan sus mentes,
o si se quiere sus espíritus, en busca de la
trascendencia. Por otro lado, aquellos
que obstinadamente se apegan a una creencia, a un fanatismo o a un dogma están condenados
a convertirse con el tiempo en sirvientes de los demonios.
Enlaces relacionados
Borges, J. L. (2014). Historia Universal de la
Infamia. Etcétera. Un teólogo en la Muerte . En J. L. Borges, Obras
Completas I (págs. 634 - 635). Bogotá: Emecé.
Cumpa, K. (5 de Jun de 2015). Youtube.
Obtenido de Ciencia y Religión: https://youtu.be/bHhEej7ToOg
Noticias Caracol. (18 de Abril de 2017). Youtube.
Obtenido de La vida sin religión vale la pena: minsalud critica a “profetas”,
políticos y redes sociales: https://youtu.be/w2cEWERo76I
Ordoñez, A. (19 de Abril de 2017). Twiter.
Obtenido de https://twitter.com/A_OrdonezM/status/854824588907249667